Como terapeuta de arte certificado en BinduICAT, aprendí mis primeros conceptos de geometría cuando tenía solo 5 años. En la escuela profundicé mis estudios en geometría y puntillismo.
He vivido en Estados Unidos, Inglaterra y Brasil y he visitado más de 30 países.
Estas experiencias alimentaron mi curiosidad por el contacto con otras culturas, la diversidad y las artes.
En octubre de 2017, encontré los Mandalas cuando buscaba una actividad artística que me ayudara a curar la depresión posparto. Literalmente encontré la cura para la tristeza con la creación de Mandalas.
Tomé la decisión de dedicarme al desarrollo de contenidos educativos relacionados con el antiguo arte de los Mandalas y ayudar a otras personas a encontrar su cura también.
Ya trabajé con el proceso Mandala Otauna a través del proyecto “Mandalas da Esperança”.
En su trabajo de mandalas conecta conocimientos de numerologia, simbologia y geometria sagrada.